lunes, 15 de agosto de 2016

Musicoterapia y creación musical

La musicoterapia es una herramienta de gran utilidad para psicólogos y maestros, los cuales podrán encontrar en las actividades musicales un recurso lúdico y divertido para el desarrollo de diferentes capacidades en los niños.
Tal y como manifiesta la web psicologiaymente.net , la musicoterapia es una terapia que utiliza la música para mejorar el estado de salud y bienestar del paciente. Estimular la mente es esencial, ya que es el centro operativo donde se procesan, se comprenden y se juntan todas las sensaciones y emociones que los seres humanos percibimos y expresamos.

Utilizar la música para trabajar dentro del aula permite a la totalidad del alumnado aliviar estados de ansiedad o tristeza, algo necesario para aquellos menores que están viviendo el proceso de separación de sus padres.

La música es un recurso que suele gustar a todos, por lo que se convierte en una herramienta atractiva, lúdica y entretenida para los menores. Según la web mejorconsalud.com la música tiene ciertos componentes que actúan de manera beneficiosa en nuestro cerebro, y estimula partes de éste para que glándulas segreguen la serotonina, hormona del buen humor y de la felicidad.

Bien, para comprender por qué la música es tan estimulante dentro de las aulas, es necesario hacer una breve referencia a los beneficios de la musicoterapia en los niños:

1. Ayuda a mejorar en el aprendizaje y a tratar las dificultades en este campo.

2. Mejora los problemas de conducta.

3. Ayuda al tratamiento y al desarrollo de niños con necesidades específicas.

4. Mejora la motivación y la autoestima.

5. Mejora la socialización.

Los niños que están viviendo el proceso de separación de sus padres pueden desarrollar problemas de comportamiento o conductas irracionales. El miedo, la ira o la preocupación ante la nueva situación familiar suelen ser las emociones más recurrentes en este tipo de alumnos, algunos de los cuales traducen esta frustración en conductas irregulares o inadecuadas. En estos casos, la música puede utilizarse con estos niños como vía de escape o relajación. 

Seguridad emocional, confianza y respeto son otros de los beneficios que aporta la música a los pequeños.

Una actividad muy divertida y participativa a nivel de aula sería la creación de una banda. Cada niño elegiría un instrumento, el cual puede estar realizado con papel, cartón u otro tipo de material. El maestro elegiría una canción sencilla, en la que, de una manera u otra, toda la clase participara tocando su instrumento. Los sentimientos de colaboración y pertenencia al grupo serían los más reforzados con esta actividad.

En este caso, el niño afectado por la separación de sus padres tendría la oportunidad de comunicar a través de la música o el canto sus emociones y sentimientos, liberar tensiones y, al mismo tiempo, sentirse sereno y relajado. 

Si el profesor lo viese adecuado, podría sugerir a este alumno convertirse en el director de orquesta, para que él mismo pudiese guiar al conjunto de compañeros. Ceder al niño este rol permitirá a éste incrementar su autoestima y seguridad. 



Otra alternativa, en este caso, para realizar con alumnos más mayores, sería la puesta en común de diferentes canciones, en las cuales se transmitan sentimientos y emociones diversas. En primer lugar, la totalidad de alumnos debería encontrar todas aquellas emociones expresadas en la melodía, las cuales han sido previamente recogidas por el maestro.

Una vez finalizada esta búsqueda, los alumnos establecerán un debate en el que pondrán ejemplos reales de situaciones en las que han estado presentes los sentimientos de la canción. Cuando todos hayan expresado sus ideas y experiencias, la clase dará soluciones o consejos para poder solventar aquellos sentimientos y emociones negativas.